La abogada que sufrió violencia de género con Fernando Perea, reveló el calvario de torturas que vivió
“Vivía un infierno al ver las huellas que dejaron los golpes en mi cuerpo”, sostuvo la víctima. La abogada habló a través de su letrada, la Dra. Sandra Allalla. Se develaron episodios aberrantes.
El tiempo pasa, la investigación avanza, pero las “marcas” en su cuerpo y en su mente aún no se borran.
Acompañada por sus seres queridos, con contención psicológica y psiquiátrica, la abogada Analía Mamani que vivió un calvario a manos de su ex pareja, Fernando Perea, lucha por sobreponerse después de haber vivido un calvario.
Mientras la Unidad Fiscal de Violencia de Género e Intrafamiliar que está a cargo de su causa, continúa con las averiguaciones, la víctima se refugia en el amor de los suyos.

Luego de que su calvario saliera a la luz —a raíz de un incidente denunciado por un abogado al advertir que Perea merodeaba el edificio armado—, la letrada espera que todo el peso de la ley caiga sobre él.
Mamani habló a través de su representante legal, Dra. Sandra Allalla, quien junto con un equipo de letrados se presentó como querellante en la causa que hasta ahora está caratulada como “lesiones leves”.

“En principio fui llevada a un estado de indefensión psicológica en momentos donde yo misma me preguntaba cómo podía soportar o tolerar lo que estaba viviendo, un infierno al ver las huellas que dejaron los golpes, las marcas que quedaron en mi cuerpo, pero consciente de que del infierno se puede salir, necesité la ayuda de gente que se preocupó por mí y reaccionó a tiempo”, dijo la víctima.
Consultada si en algún momento dimensionó que su vida se veía comprometida, la abogada damnificada respondió: “pasó por mi mente en momentos extremos, pero siempre me aferré a la vida”.
“Actualmente estoy con licencia en mis respectivos lugares de trabajo y ante el Colegio de Abogados por el término de 90 días conforme indicaciones médicas. Estoy recibiendo contención psicológica y psiquiátrica. Además de la contención familiar y amigos que siempre se preocuparon por mí, atentos al aislamiento al que me llevó él y que generó sospechas y temor”, puntualizó.
Por su parte, la Dra. Allalla —quien la representa legalmente— sostuvo: “En estos momentos somos un grupo de amigos y colegas conteniéndola. No ha sido fácil. Nos va comentando día a día todo lo vivido, ha sido el infierno mismo”.
“Estamos trabajando en el caso que realmente es un caso complicado, delicado”, dijo la Dra. Allalla sobre la investigación judicial y agregó que el día lunes se realizará una ampliación de la denuncia y también realizará pedidos de nulidades.
“Vamos a aportar elementos a la causa con ampliaciones de denuncia y elementos de gran importancia porque estamos tomando conocimiento de que se intenta minimizar lo que la doctora ha vivido”, sostuvo la abogada.
“Es tremendo lo que la colega ha vivido realmente. Hubo circunstancias en las que la había rociado con combustible, la había encerrado en el baúl de un vehículo, le daba de comer alimento para gatos, la drogaba y es imposible la carátula que tiene. Dos días de curación es imposible en el estado en que la doctora estaba en el momento en que la policía viene a su a su departamento”, reveló.
La letrada manifestó que su representada “estaba prohibida de su libertad durante mucho tiempo. El teléfono de ella lo manejaba él. Ella no tenía contacto con ninguno de sus familiares, con ninguno de sus colegas, amigos, con todos había cortado el vínculo”.
Luego reveló: “Las únicas veces que salía era acompañada por este señor. Las pocas veces que ha podido ir a trabajar, que son dos veces en un mes, porque le prohibía ir a trabajar, era con el señor que quedaba afuera del edificio donde la doctora trabaja, esperándola que salga, siempre con amenazas a que no demore mucho tiempo”.
“La próxima semana vamos a trabajar con el equipo de abogados que nos hemos constituido como querellantes de la doctora para poder aportar todos estos elementos para que fiscalía pueda trabajar y se pueda hacer justicia por todo el infierno que la doctora ha vivido”.
Como se recordará, Fernando Perea, sobre quien pesaba un pedido de detención por la Unidad de Violencia de Género, se presentó ante la Fiscalía el pasado domingo, acompañado por su abogado defensor y al momento de ser indagado por la fiscal Silvina Paz se negó a declarar amparándose en su derecho constitucional y por recomendación de sus abogados.